Hoy, desordenado en fechas pero con la musa como inspiración y de nuevo ante la insistencia de gente que sigue mi blog, he decidido colgar mi viaje a Rumania. Acabo de sacar sobre mi mesa de estudio, mi cuaderno de bitacora donde siempre apunto los detalles mas mínimos para que luego pueda plasmarlo con la realidad mas inusitada.
Era Agosto, un día despues del terrible accidente de Madrid- Barajas, y claro el miedo se apoderaba en toda la sala de embarque. Estoy seguro que en cada sala y en cada vuelo, la cabeza de todas las personas estaban alli, en aquella pista donde se cubrió de horror el dia anterior.
El escenario cambiaba ya que era Barcelona- El Prat. Había pasado la noche en Granollers en casa de Jose Luis Dañobeita. Hacia calor y eso que el amor iba directo al callejon de los sin salida, mustio y terco, acabado y con musgo en las venas del casi acabado estio. Volatil y pequeño, imegine que las nubes serían lo mas parecido a verte de cerca, nubes nuevas, nubes raras, en cumulos o cirros, acumule ciertos gritos en mi cabeza...era el ruido del avion que rugia al despegar, y así deje los pies que tocaran el cielo y abandonaran la tierra llena de esparto el corazon. Ya parto, y reparto minutos a segundos que no tengo en la cabeza, aunque siglos te deseo, en milenio me paseo, sin saber a donde voy, pero sabiendo lo que quiero.
Despego...me espera el aeropuerto de Roma - Fiumicino para hacer escala hacia Bucarest -Otopeni. Primera parada y fonda.
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