El dia parece tedioso, con burbujas en los pies voy caminando sin hacer ruido por el mes de agosto, donde nadie me ve, donde nadie me conoce, deambuelo sigiloso. Mirando las horas que se van y con ellas mi retiro. Vuelvo a la monotonia de los dias de invierno donde mi vida sigue paralela al resquicio de lo que parece que se asoma por la ventana del tiempo, que hecho trizas en mi memoria.
El dia es tedioso como lo son las nubes que viajan sin decir su destino, tedioso como la caligrafia del viento en mi cara hoy, tedioso como la musica en mis oidos, tedioso como el aroma de ciudad que refleja la angustia de lo que no rozo o de lo que no tengo.
El dia, por ser hoy meridiano de agosto, es un dia que parte la mitad de mi alma en dos siendo yo un planeta en una orbita de escalofrios de diamantes. Dia marcado por una mitad de una estela celeste y blanca que pasa volando a mi lado sin casi hacer ruido.
El dia, es mas que nunca apacible, aunque frio y severo, pero me hace cosquillas en el corazon. El corazon que deforma la forma de lo que formo al soplar nubes de algodon. Formas y recreos, paranigmas encontrados en las cuestas de la sustancia de mi alma. Deseos de quemar las nubes para hacer del cielo un infierno siempre al lado de mi corazon, fiel escudo que impide quemarme las madrugadas que no son mias, donde sueño con aviones que imitan a los demonios del suelo.
Me da mucha pena volver porque he conocido lugares maravillosos, gente maravillosa y que espero volver a ver muy pronto, pero me espera mi familia, amigos y demas gente que integran mi vida social. Gracias a todos.
A los copos de nieve regolpeadores de San Carlos de Bariloche, que mas que herir, acariciaban y me agarraban de la mano en noches frias caminando por las calles heladas. Hoy os dejo con una foto de Mendoza. Este es el Club de Regatas en el precioso Parque San Martin, al fondo la cordillera.
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